Reflexión la Fotografía de Guerra
Desde hace mucho tiempo se han publicado reflexiones sobre
la atrocidad de un tema tan presente como es la guerra. La mayoría de estas
reflexiones terminan en un mismo punto en el que cualquier persona con algo de
conciencia, puede coincidir. Las guerras son destructivas.
Una buena forma de reflexionar es observando la realidad de
estos conflictos. La fotografía es uno de los medios de comunicación encargados
de mostrarnos la realidad de estas zonas de conflicto.
Virginia Woolf publicó en 1938, “tres guineas” Reflexión sobre las raíces de la guerra (Enmarcado
en la Guerra Civil Española). En él se muestra la conversación con un abogado
de Londres que le pregunto: - ¿Cómo debemos evitar la guerra en su opinión?
Analizando dos
personas una
fotografía de la destrucción, causada por una guerra. Como ya he dicho
antes, ambos coinciden en que la guerra es algo repugnante. Pero en el caso de
mostrar esa misma fotografía a los integrantes de una guerra podemos ver que la
opinión no coincide. Un bando puede observar esa fotografía y experimentar un
sentimiento de venganza como en la fotografía del Soldado Republicano de Robert
Capa, quizás el bando franquista experimentara un sentimiento de grandeza al
ver publicada esa imagen, sentimiento que no sería muy humanista.
Con este ejemplo llegamos a la conclusión de que la
fotografía en la guerra es un arma de comunicación que afecta no solo a las
personas ajenas al conflicto sino a todas las personas se relacionen o no con él.
Una misma fotografía puede generar distinto mensaje para los distintos bandos
de una guerra o las personas afectada con el conflicto. Pero es cierto que la mayoría
de las personas externas a estos desastres humanos coincidimos que esta
realidad es una tragedia que nunca se debería producir.
Los fotógrafos integrados en estas guerras son héroes que
luchan por concienciar al mundo de los problemas, las injusticias y los atrasos
que provoca una guerra en los países en los que se produce. La fotografía
realizada por estos cazadores de la realidad ha evolucionado con el paso del
tiempo. Antiguamente la fotografía era objetiva, como las fotografías realizadas
por el rumano Carol Popp de Szathmari en
la guerra de Crimea (1854-1858).
Sus obras mostraban campos de batalla, fortificaciones y soldados de ambos
bandos. Era una fotografía con un interés meramente informativo que buscaba informar
sobre los hechos de la guerra no concienciar y convencer a una población con
aquellos hechos. En definitiva, estas fotografías tenían un mero hecho
informativo para la población.
Fue en la Guerra Civil Española con Robert
Capa, donde vemos una fotografía más valiente y con un mensaje definido, el
fotógrafo muestra imágenes más cercanas a los hechos, con un gran interés persuasivo.
No solo buscaban informar sino convencer a un determinado público. Mostraba los
desastres de la guerra desde un punto de vista más humanista.
Con el
paso del tiempo las personas se van volviendo insensibles al ver imágenes en
las que se muestran masacres y atrocidades, no dejan de sentir malestar y
tristeza en el individuo, pero no chocan sentimentalmente en la persona. La fotografía
ganadora del World Press Photo en 1982 realizada por Robin Moyer
En esta fotografía podemos observar
la masacre de los
palestinos en el Líbano, a manos de falangistas libaneses de Hizb al-Katā’ib
al-Lubnaniyya, en los campos de refugiados de Sabra y Shatila. Es una fotografía que en
el presente no es tan persuasiva como una fotografía de un niño indefenso
esperando el momento de su muerte. Las fotografías de guerra en la actualidad
anteponen individuos o situaciones que provocan más debilidad en una persona,
para que el mensaje llegue de manera más efectiva. Por ejemplo, la fotografía
ganadora del World Press Photo en 2011 por Samuel Aranda.
En esta fotografía vemos
a una madre sujetando a su hijo herido entre sus brazos, fotografía que se
parece mucho a la ganadora en 2004 por Jean-Marc-Bouju en la que un iraquí conforta a su
hijo mientras permanece detenido en un campo para prisioneros de guerra de los
Estados Unidos. Un soldado cortó las esposas para que el hombre pudiera abrazar
a su hijo, pero no le removió la capucha de plástico.
Ambas
fotografías van más allá de la simple mutilación, estas fotografías intentan
concienciar a la población del mal de la guerra, por medio de la debilidad humana.
Por este motivo catalogamos a los fotógrafos de guerra como héroes que se
juegan la vida día a día para intentar comunicar un mensaje al resto del mundo.
Un mensaje que la mayoría de las personas no retiene y deja pasar, por el
simple hecho de que la población en general hemos admitido la situación de la
guerra como algo deprimente que no se puede evitar. Quizás esta forma de pensar
sea la causa de que estos conflictos se sigan produciendo y no pongan fin.
Quizás la solución final esté en nuestras forma de pensar.
Buena reflexión Ismael,
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo y creo que los que van a las guerras para contárnoslas pretenden hacernos llegar el mensaje de que acabar con esto está en nuestras manos. Ójala lo logremos algún día.
Buena documentación, me gusta el paralelismo entre la foto de Aranda y la de Bouju.